Hemorragia nasal
Apretar el lado de la nariz que sangra (normalmente a los dos minutos ha dejado de sangrar).
Si no cesa el sangrado, coger una gasa, doblarla en forma de acordeón empapada en agua oxigenada e introducirla lo más profundamente posible en la fosa nasal que sangra, dejando siempre parte de la gasa fuera para poder extraerla después.
Aplicar compresas frías o hielo en la parte posterior del cuello, inclinar la cabeza hacia delante, para impedir que se trague la sangre.
Heridas
Ante todo, hacer una cuidadosa limpieza de la zona afectada con suero fisiológico o agua del grifo «a chorro» suave.
Limpiar con una gasa y una solución antiséptica (povidona yodada o clorhexidina), siempre de dentro hacia fuera de la herida.
Cubrir la herida con una gasa estéril y esparadrapo
Ante un corte extenso, después de la limpieza valorar la realización de sutura (puntos).
Si continúa sangrando, comprimir la herida con gasas para evitar la hemorragia.